Hola bloggers!!!!
Siguiendo con las cosas que ocupan la Navidad, esta vez le ha tocado el turno a algo tan antiguo y que va tan unido como la uña y la carne, me estoy refiriendo a algo tan nuestro como son los villancicos.
Los villancicos son esas cancioncillas que sólo se cantan en Navidad y que producen el mismo efecto que el reggaetón, un poco está bien pero mucho cansa y terminas por odiarlos porque todas suenan igual pero con diferente letra.
Año tras año se van repitiendo las mismas canciones y eso hace que uno se pregunte: ¿Quién inventó los villancicos? ¿Por qué nadie ha inventado villancicos nuevos? ¿Tienen derechos de autor o son tan viejos que cuando se inventaron eso no existía? Es por eso que el equipo de investigación de este blog se ha puesto en marcha para resolver esta gran duda existencial y mundial que a todo el mundo le preocupa.
La historia de los villancicos se remonta a muchos años atrás (como dirían en Star Wars “hace muchos años, en una galaxia muy muy lejana”) en la España del siglo XV y XVI (15 y 16 para el que no sepa leer en romano) cuando el rey que por entonces había por ahí se aburría y encargo a los músicos de la corte (Guillermo y Francisco) que para la Navidad de ese año quería unas cuantas canciones para festejar tal época del año. Como por aquel entonces los reyes hacían lo que les daba la gana y hacían y deshacían a su antojo, el encargo llegó a los pobres músicos pocos días antes de la Navidad.
Pensando de qué podían ir esas canciones, se les ocurrió una idea estupenda, ya que la Navidad se celebraba el nacimiento de Jesús pues las canciones tratarían sobre esto y de esta forma lograron las chorrocientas canciones en las aparece el niño Jesús y todo el resto de protagonistas de La Biblia.
Al cabo de esos pocos días ya tenían todo el repertorio completo y listo para entregárselo al rey, pero había un pequeño problema en el que no habían pensado: ¿qué nombre le pondrían a ese gran trabajo? En un alarde de “originalidad” se les ocurrió “Canciones de Navidad por Guillermo y Francisco” hasta que se les ocurriera un nombre mejor, pero al escribir la última letra el recipiente de tinta cayó sobre las letras de sus nombres ocasionando una gran mancha tapando algunas de las letras. El resultado fue que solamente dejó intactos varios fragmentos de sus nombres, en Guillermo solamente podía leerse “vill” (ya que la tinta había convertido la letra U en una V) y en Francisco solamente podía leerse “anci_co”. A falta de un nombre mejor decidieron sacar algo bueno de ese desastre, sus nuevas composiciones se llamarían “Villancicos”. El rey quedó encantado con el gran trabajo que habían los músicos de la corte y año tras año en la corte se celebraba la Navidad con estas canciones.
Fue en el siglo XVII y XVIII (17 y 18) cuando la Iglesia “compró los derechos” al rey y desde aquel entonces los Villancicos pasaron a ser propiedad de la Iglesia pero un tiempo después éstas volvieron a poder del rey quien en una buena obra de Navidad regaló al pueblo las canciones para que todo el mundo las conociera y pudiera cantarlas y generación tras generación se han ido transmitiendo hasta llegar a nuestros días.
El tema de los derechos de autor es difícil de aclarar ya que por aquel entonces no existía la SGAE ni nada que se le pareciera así que al pasar a poder del pueblo todas las canciones ese tema quedó un poco disperso. Lo que nos lleva a la última pregunta: ¿por qué no hay villancicos nuevos? Pues sencillamente porque nadie se ha puesto a intentarlo, el único que se puso (o por lo menos lo intentó) fue Georgie Dann, pero ya sabemos cómo acabó eso, intentó hacer la canción del invierno y le salió todo lo contrario.
Bueno bloggers, nos vemos la próxima vez
Adioooooooooooooooooooooooooos!!!!
Prof. TMZ
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